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Procesos Editoriales

Fundamentos de la producción editorial de publicaciones unitarias, periódicas y digitales. Blog escrito y editado por el Prof. Ricardo Tavares L. como material de estudio para los alumnos de Comunicación Social y Letras UCAB.

Procesos Editoriales

Fundamentos de la producción editorial de publicaciones unitarias, periódicas y digitales. Blog escrito y editado por el Prof. Ricardo Tavares L. como material de estudio para los alumnos de Comunicación Social y Letras UCAB.

Capítulo 2: Publicaciones unitarias

21.02.17 | Ricardo Tavares Lourenço

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En el presente capítulo abordaremos las características de las publicaciones unitarias, desde sus orígenes hasta sus características actuales.

 

1. ¿Qué es una publicación no periódica o unitaria?

 

Comencemos por definir qué es una publicación unitaria. Según Martínez de Sousa (2004, p. 765), es una publicación que se edita en su totalidad de una sola vez o en varios volúmenes, fascículos o entregas y con un contenido normalmente homogéneo. Son los libros, folletos, hojas sueltas, carteles y otros impresos análogos.

Partiendo de esta definición, nos planteamos las siguientes interrogantes: ¿cuáles han sido los orígenes del libro? ¿Cómo evolucionaron hasta los formatos digitales de hoy? ¿Cómo surgió la prensa? ¿Qué consecuencias acarreó la invención de la imprenta en Europa? ¿Cuáles fueron los aportes de China para la historia del libro? ¿Cómo comenzó a desarrollarse la industria editorial en Venezuela? En este tema daremos respuesta a estas preguntas y nos adentraremos a una historia que nos permitirá comprender el alcance y el impacto cultural que ha representado el libro para la humanidad.

 

2. Historia y evolución del libro

Irene Vallejo, en su obra El infinito en un junco (2021) nos dice lo siguiente sobre la historia de los libros:

La invención del libro es la historia de una batalla contra el tiempo para mejorar los aspectos tangibles y prácticos —la duración, el precio, la resistencia, la ligereza— del soporte físico de los textos. Cada avance, por ínfimo que pudiera parecer, incrementaba la esperanza de vida de las palabras (p. 76).

Hagamos, pues, un recorrido por esta historia.

2.1. Tablilla

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Originada sobre todo en Mesopotamia, la tablilla constituye la forma más antigua del libro que se conoce (4 mil años a.C.). Es un antecedente al códice o libro cuadrado. El material podía ser de arcilla o de madera. Los textos podían ser variados: religiosos, épicos, económicos, históricos, jurídicos, matemáticos, astronómicos, diplomáticos, epistolares, etc. (Martínez de Sousa, 2004).

Hoy se conservan tablillas del tamaño de una tarjeta de crédito o de un teléfono móvil y toda una gama de tamaño creciente hasta los grandes ejemplares de 30 y 35 centímetros. Ni siquiera aunque se escribiera por los dos lados cabían textos extensos. Este era un grave inconveniente: cuando una sola obra quedaba repartida en varias piezas, había muchas posibilidades de que se extraviasen tablillas y, con ellas, parte del relato. (Vallejo, 2021, p. 77)

 

2.2. Rollo

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El rollo es un conjunto de piezas rectangulares de un material flexible situadas una a continuación de la otra por encolado o costura y enrolladas por sí mismas o en torno a un eje, que servía de soporte a la escritura. Los materiales usados fueron el papiro [material fabricado de la planta del mismo nombre, procedente de Egipto] y el pergamino [material procedente de pieles de becerro, oveja, carnero o cabra, procedente de Pérgamo]. Su origen se sitúa en torno al año 2.400 a.C. (Martínez de Sousa, 2004).

Un rollo de dimensiones habituales podía contener una tragedia griega completa, un diálogo breve de Platón o un evangelio. Eso representaba un prodigioso adelanto en el esfuerzo por conservar las obras del pensamiento y de la imaginación. […] Los libros de papiro —ligeros, bellos y transportables— eran objetos delicados. La lectura y el uso habitual los consumían. El frío y la lluvia los destruían. Al ser materia vegetal, despertaban la glotonería de los insectos y ardían fácilmente. (Vallejo, 2021, pp. 77-78)

 

2.3. Códice (libro cuadrado)

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Códice Calixtino, ca. 1140. También conocido como Liber Sancti Iacobi.

 

El libro manuscrito, generalmente anterior a la invención de la imprenta, estuvo formado con hojas plegadas en dos y reunidas en uno o más cuadernos cosidos con hilo a lo largo del pliegue. Era de consulta más fácil, tenía mayor capacidad de escritura, se transformaba y almacenaba cómodamente y su durabilidad era mucho mayor. Su origen se remonta al siglo I d.C. Podían ser de papiro o de pergamino (Martínez de Sousa, 2004).

Los códices medievales fueron hechos con pergamino, material procedente de pieles de animales y que, además, era un bien escaso para la época. Esto empujó a que los copistas constantemente abreviaran palabras e incluso letras para aprovechar todo el espacio disponible, además de reutilizar pergaminos de otras obras (los llamados palimpsestos). Como dato curioso, gracias a esta práctica se creó la letra eñe (ñ), producto de la fusión de la doble ene (nn).

Los libros elaborados con pergamino eran únicos y muy caros no solo por el costo del material empleado, sino por el tiempo invertido en la escritura de un solo ejemplar. Para comprender el valor de un códice, esto comenta Irene Vallejo:

Un gran manuscrito podía causar la muerte de un rebaño entero. De hecho, hoy no habría animales suficientes en el mundo para la descomunal matanza que exigirían nuestras publicaciones. Según los cálculos de Peter Watson, si suponemos que cada piel ocupara un área de medio metro cuadrado, un libro de ciento cincuenta páginas exigiría el sacrificio de entre diez y doce animales. Otros expertos asignan cientos de pieles a un solo ejemplar de la biblia de Gutenberg. Producir copias en pergamino de una obra, que era la única forma de favorecer su supervivencia, suponía un gasto enorme, al alcance de muy pocos. No es extraño que poseer un libro, incluso un ejemplar corriente, fuera durante largo tiempo privilegio exclusivo de nobles y órdenes religiosas. En una biblia del siglo XIII, el escriba, agobiado por la escasez de material, anota al margen: «Oh, si el cielo fuera de pergamino y el mar fuera de tinta». (2021, pp. 84-85)

 

2.4. Libro impreso

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Biblia de Gutenberg,  ca.1450

 

El libro impreso que conocemos hoy surge alrededor de 1450, gracias a Johannes Gutenberg. Recibe la escritura y las imágenes mediante la presión de una hoja de papel, pergamino, etc., contra una forma o molde, cuyos elementos impresores están en relieve, en hueco o planos (Martínez de Sousa, 2004).

La imprenta de Gutenberg marca un antes y un después en la historia de la humanidad, pues permitió que el acervo cultural se difundiera de manera masiva en menor cantidad de tiempo. Para comprender la magnitud de este dato, Eisestein (2003, citado por Aguirre, 2016, p. 19) afirma:

 

En los cincuenta años entre 1453 y 1503 posibilitó la publicación de unos ocho millones de libros, cifra mayor que la de todo lo producido por los escribas y copistas en Europa unos mil doscientos años antes, todavía basándose en la tecnología intelectual de la escritura.

 

En la siguiente infografía se aprecia cómo era la imprenta empleada por Gutenberg:

 

Infografía imprenta de Gutenberg.jpg

A continuación, se presenta un video en el que se expone la trayectoria de Johannes Gutenberg y su trascendental invento:

 

 

 

 

El proceso de edición surgido con la llegada de la imprenta propició un conjunto de procedimientos que, sin embargo, no evitaba la aparición de erratas en la obra ya impresa. Francisco Rico describe estos pasos comunes que eran ejecutados hacia el año 1600, época de la aparición del Quijote:

Las imprentas de hacia 1600 sólo por excepción trabajaban con el autógrafo de un texto inédito: la norma era emplear una copia en limpio preparada por uno o varios amanuenses profesionales y designada como "el original". El recurso a un "original" de ese estilo no era una simple conveniencia, sino una exigencia. La obra tenía que ir al Consejo de Castilla, llegar a los encargados de las aprobaciones, ser rubricada folio a folio por un escribano de cámara y cotejada por el corrector general [...] La tarea de los impresores se dificultaba sobremanera si no disponían de una transcripción nítida y homogénea [...] Las deficiencias como ésa eran tan inevitables en las copias, que la mayoría de las veces, una vez listo, el "original" volvía a manos del autor, para que lo sometiera a una revisión que salvara las incurias del escribano e introdujera las variaciones que juzgara oportunas [...] Ese "original" revisado era el texto que se enviaba al Consejo de Castilla, y desde allí a los censores que habían de darle el visto bueno, para que luego un escribano de Cámara lo dejara "rubricado cada plana y firmado al fin" y un secretario extendiera el real Privilegio [...] Desde ese momento, en teoríano estaba permitida ninguna innovación. Pero, entre los muchos "originales" conservados, son bastantes los que certifican que los autores no sabían resistirse a la tentación e insertaban en la copia aprobada por las autoridades civiles y eclesiásticas todas las alteraciones que se les antojaban. (Rico, 2004, pp.LXXVII-LXXXI)

El primer país americano en tener imprenta fue México (1539). La imprenta aparece en Venezuela en 1808, la cual fue traída por Francisco de Miranda. En la siguiente imagen se muestra una réplica de esta imprenta en el barco Leander, ubicado en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, Caracas:

 

imprenta miranda.jpg

 

El primer libro impreso en Venezuela es el Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810. Se le atribuye su autoría a Andrés Bello.

 

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2.5. ¿Por qué "la galaxia Gutenberg" y no "la galaxia Bi Sheng"?

Retrato de Gutenberg.jpgRetrato de Bi Sheng.jpg

 

 

 

 

 

 

La historia del libro que conocemos ha estado centrada en Europa. Gutenberg resuena por doquier por el impacto que su invento, la imprenta de tipos móviles, propició en la sociedad renacentista, al punto de que Marshall McLuhan publicó en 1962 La galaxia Gutenberg, en la que explica cómo las tecnologías comunicativas han configurado cambios cognitivos y culturales que hoy rigen a la humanidad.

Pero existen dos hitos que se produjeron centenares de años atrás y a millares de kilómetros al oriente: el papel y la imprenta. Con base en el libro Industria librera de China, de Yang Hu y Xiao Yang (China Intercontinental Press, 2011), expondremos cada invento y sopesaremos el aporte asiático en esta galaxia editorial.

2.5.1. El papel

Fabricación de papel.jpg

 

Los soportes usados en China antes del papel fueron piedras, huesos, caparazones, bronce, madera, bambú y seda, y en ellos se escribieron y difundieron a lo largo de los siglos obras diversas. El papel aparece en el s. II a.C., en la dinastía Han del Oeste. Para tener una idea, en estos años en Europa aún se empleaba el papiro y surgía el pergamino. Cai Lun hizo mejoras en la fabricación del papel hacia el 105 d.C. y ya para el s. IV este material se impuso:

El papel de fibras vegetales es tan práctico como el papiro, pero no fácilmente roto; barato como el bambú y madera, pero no pesado; suave y blando como el cuero del ganado lanar y seda, pero no tan caro; duradero como metal y piedra, pero no tan pesado. Cambió radicalmente el medio usado para registrar y difundir conocimientos, y promovió de forma significativa la industria editorial y el progreso social. (p. 23)

Gracias al papel “se produjeron unas 11.754 obras realizadas en 73.200 rollos desde el año 25 d.C. hasta el 618 d.C.” (p. 26) y comenzaron a surgir los primeros oficios editoriales: traducción, corrección, catalogación, compilación y comercio en librerías.

2.5.2. La imprenta

A partir del s. VII, en la dinastía Tang, se inventa la imprenta xilográfica, moldes de madera tallados en alto relieve que se llenaban de tinta y se presionaban sobre el papel. Así surgieron múltiples grabados y en promedio se publicaron unas tres mil obras por siglo. Para el s. X, en la dinastía Song, se incorpora el color, lo que mejoró las ilustraciones y jerarquizó la información.

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Entre 1041 y 1048 —400 años antes que Gutenberg— Bi Sheng inventa la imprenta de tipos móviles, piezas de arcilla que podían ser separadas y reordenadas. Wang Zhen (1271-1378) la perfecciona al usar madera y hacia el s. XV se empleó el metal.

Imprenta Bi Sheng.jpg

 

Es así como China desarrolló un sistema editorial conformado por cinco tipos de publicaciones: 1) oficiales, 2) no oficiales realizadas por librerías, 3) personales, 4) académicas y 5) religiosas.

2.5.3. La difusión fuera de China

La difusión de la imprenta —y con ella papel, tinta y libros— comenzó en Corea, Japón, Vietnam y el sudeste asiático tanto por el budismo como por el sistema de escritura. De hecho, el Tripitaka fue la obra que amalgamó esta expansión, tal como sucedió con la Biblia en Europa. En el s. XIII, en Irán, circularon naipes y papel moneda. Finalmente, Europa recibe en tiempos de las Cruzadas, gracias a los árabes, naipes, grabados, papel moneda, imágenes y la xilografía. En el s. XIV, comerciantes, turistas y misioneros llevaron a Europa informaciones sobre la impresión con tipos móviles.

2.5.4. Entonces, ¿por qué entronizamos a Gutenberg y no a Bi Sheng?

Si China fue pionera en los dos inventos más determinantes en la historia cultural, ¿por qué destacó Gutenberg y no Bi Sheng? La principal hipótesis radica en el sistema de escritura. Los ideogramas tornaron laborioso el uso de la imprenta por la enorme cantidad de piezas requeridas —consideremos que hay inventariados unos 50.000 caracteres diferentes, de los que 10.000 son utilizados en la lengua culta y 3.000 en el lenguaje corriente, según reporta Wikipedia—, por lo que la xilografía tuvo mayor arraigo en China; en cambio, el alfabeto latino, el cual comparten la mayoría de las lenguas europeas, apenas requiere una treintena de letras para la composición. Esto contribuyó a la rápida adopción y difusión de la imprenta. En palabras de Yang Hu y Xiao Yang: “La invención de Gutenberg fue una reinvención basada en la imprenta china” (p. 175).

Curiosamente, China se rezagó y solo logró un repunte a partir de 1840 por los británicos, quienes llevaron libros, imprentas mecanizadas y técnicas modernas que le permitieron a China renovarse, diversificarse y masificar sus ediciones.

Gutenberg consolidó su aporte al mundo gracias a muchos factores, pero no debemos obviar el aporte chino en la historia editorial. Ha habido una retroalimentación en cuanto a materiales, técnicas, instrumentos, productos, almacenamiento y comercialización entre Oriente y Occidente, lo que demuestra que nuestro mundo está interconectado. Más que galaxia Gutenberg o Bi Sheng, la galaxia editorial es global.

 

2.6. Libro electrónico

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El libro electrónico es un texto informatizado en un soporte informático para ser leído o bien leído y oído en una pantalla de ordenador. Son electrónicos tanto los libros editados en un soporte electrónico como los colocados en un sitio de internet. Además de aparecer en CD, puede aparecer en aparatos cuya figura lo hace muy parecido a un libro tradicional (Martínez de Sousa, 2004).

 

3. Publicaciones unitarias según la Unesco

En 1964 (con revisiones en 1985) la Unesco estableció una normalización internacional de las estadísticas relativas a la producción y distribución de libros, diarios y otras publicaciones periódicas, con el propósito de medir con mayor precisión la producción editorial de los Estados miembros. A continuación presentamos los criterios establecidos por esta institución:

  • Se entiende por libro una publicación impresa no periódica que consta como mínimo de 49 páginas, sin contar las de la cubierta, editada en el país y puesta a disposición del público.
  • Se entiende por folleto la publicación impresa no periódica que consta de 5 a 48 páginas, sin contar las de la cubierta, impresa, editada en el país y puesta a disposición del público.
  • Se entiende por primera edición la primera publicación de un manuscrito original o traducido.
  • Se entiende por reedición una edición que se distingue de las ediciones anteriores por algunas modificaciones introducidas en el contenido (edición revisada) o en la presentación (nueva edición) y requiera un nuevo ISBN.
  • Una reimpresión no contiene otras modificaciones de contenido o de presentación que las correcciones tipográficas realizadas en el texto de ediciones anteriores y no requiere un nuevo ISBN. Toda reimpresión hecha por un editor distinto del editor anterior se considera como una reedición.
  • Se entiende por traducción la publicación en que se reproduce una obra en un idioma distinto del original.
  • Un título es un término utilizado para designar una publicación impresa que constituye un todo único, tanto si consta de uno como de varios volúmenes.

 

4. Tipos de libros

Los tipos de libros son abundantes. Podemos mencionar los siguientes:

 

  • Libro infantil
  • Libro juvenil
  • Libro de texto
  • Libro técnico y científico
  • Guía
  • Libro de literatura
  • Libro de referencia
  • Libro de divulgación, ocio y tiempo libre
  • Libro artístico y de bibliófilo
  • Facsímil
  • Novela gráfica / Cómic

 

5. Partes del libro

Zavala Ruiz (2012, pp. 7-10) enumera las partes tanto externas como internas de un libro. Aunque puede haber variaciones, la lista presentada por él es un orden estándar y es conveniente conocerla al detalle.

 

  • Cubierta o primera de forros: en ella deben indicarse el nombre del autor o autores; título y subtítulo de la obra; número del tomo o volumen; nombre de la obra completa de la que forma parte el libro, si este fuera el caso; nombre de la editorial. Por razones de estética tipográfica algunos de estos datos pueden abreviarse y aun suprimirse, lo que no podrá hacerse en la portada.
  • Segunda de forros o retiración de portada: por lo general va en blanco, aunque algunas casas editoras aprovechan este espacio para anunciar otras obras del autor, los títulos de una colección, etcétera.
  • Páginas falsas (pp. 1 y 2): suelen ir en blanco y se les conoce también como hoja de respeto o páginas de cortesía.
  • Falsa portada, anteportada o portadilla (p. 3): por lo general lleva solo el título del libro, a veces abreviado. Si la obra pertenece a una colección o a una serie, se registra aquí el nombre de la misma y el de la persona que la dirige.
  • Contraportada o frente-portadilla (p. 4): suele aparecer en blanco, aunque algunas veces puede figurar en ella el nombre del traductor o del ilustrador. También puede ostentar el nombre de la colección y el del responsable de la misma.
  • Portada (p. 5): en ocasiones su diseño incluye también la frente-portadilla. En la portada deben asentarse los datos siguientes: a) nombre del autor; b) título completo de la obra, y subtítulo, si lo hay; c) nombre y logotipo de la editorial; d) lugar o lugares donde la editorial se halla establecida; e) si en la página legal (p. 6) no se indica el año de publicación, este puede incluirse en la portada. En ocasiones figura en esta página el crédito al traductor, prologuista, introductor, presentador, ilustrador, etcétera, o bien se da en ella el nombre de la obra completa a la que pertenece el libro. En ocasiones, entre las páginas 4 y 5 se coloca una ilustración, que recibe el nombre de frontispicio.
  • Página legal (p. 6): en ella se imprimen todos los datos que por ley debe llevar un libro: a) titular de los derechos de autor e información relativa a la edición original, b) año de publicación, c) nombre y domicilio de la editorial, d) los ISBN correspondientes a la obra completa (si el volumen forma parte de un conjunto mayor) y al libro en particular, o bien, cuando se trate de coediciones, e) la leyenda «Impreso y hecho en [nombre del país]», o simplemente «Impreso en [nombre del país]», que suele darse también traducida en inglés. En esta misma página se incluye la ficha catalográfica, elaborada por especialistas para facilitar la catalogación del libro: de ahí su nombre.
  • Dedicatoria o epígrafe (p. 7): si la dedicatoria o los epígrafes son breves [...] la página 8 aparecerá en blanco a fin de que el texto propiamente dicho se inicie en la página impar. Lo usual es que el el primer capítulo comience en la página 7, si bien muchas obras van precedidas de textos complementarios que pueden o no formar parte del libro: Advertencia, Prólogo, Prefacio, Presentación, Agradecimientos, Palabras liminares, Introducción.
  • Índice general, contenido o tabla de materias: es la lista de las partes, capítulos y demás subdivisiones del libro.
  • Texto: es el cuerpo escrito del libro. Pueden formar parte de él ilustraciones de diversos tipos: fotografías, mapas, dibujos, etcétera, o bien complementos del texto: cuadros, gráficas y demás, que irán distribuidos a lo largo del libro o concentrados al final de la obra. El texto debe empezar siempre en página impar. Es una tradición secular que reconoce de manera gráfica la importancia del cuerpo de la obra. Hay obras cuya complejidad obliga a dividirlas en Partes, Secciones o Libros. Cada una de estas divisiones irá separada por un una falsa en página impar. (Se llama falsa a una hoja impresa por una sola cara, la impar, y cuya vuelta aparece en blanco.) El texto de cada parte comenzará en la siguiente página par.
  • Apéndices o anexos.
  • Cuadros y material gráfico: cuando total o parcialmente se agrupan al final de la obra.
  • Notas: cuando no van al pié de página y, a veces, cuando hay una serie de notas además de las colocadas a pie de página. Es el caso de obras que se publican con introducción y notas de una persona distinta del autor.
  • Bibliografía.
  • Vocabulario o glosario.
  • Índices analíticos: sea de materias, de nombres, de lugares, de obras citadas, etc.
  • Otros índices: de láminas, ilustraciones, gráficas, cuadros, etcétera.
  • Colofón: como en la página 6, su inclusión obedece a disposiciones legales. En él deben incluirse, por lo menos, los datos siguientes: a) el nombre y la dirección del impresor, b) la fecha (al menos el mes y el año) en que terminó de imprimirse la obra, c) aunque no es obligatorio, suele incluirse el número de ejemplares. [...] El colofón puede llevar además los datos del taller donde se hizo la composición, el papel utilizado, la familia tipográfica y los cuerpos empleados, los datos del encuadernador, los créditos técnicos de quienes realizaron la edición y otras noticias pertinentes.
  • Tercera de forros o retiración de contraportada: de ordinario se deja en blanco. Empero, algunas editoriales ocupan este espacio con fines publicitarios; así por ejemplo, se registran los títulos publicados y los que están por publicarse en la misma serie o colección, otras obras del mismo autor, etcétera.
  • Cuarta de forros o contraportada: buena parte de las editoriales acostumbran ofrecer aquí una breve presentación del libro, una semblanza del autor, las críticas que ha merecido la obra (si es el caso de traducciones o reediciones), en fin, todos los datos que alleguen elementos de juicio al probable comprador. De unos años para acá se incluye asimismo el código de barras, que se genera a partir del ISBN y facilita el proceso de registro para su distribución y venta.

 

La página web algarabia.com presenta una infografía en la que muestra la anatomía del libro y permite ilustrar lo expuesto anteriormente. Asimismo, el video titulado Partes del libro nos muestra a través de seis ejemplares los elementos físicos que conforman al libro y que podemos ver a continuación:

 

 

Como se ha podido apreciar, el libro ha sido instrumento clave en la difusión de las ideas de la humanidad. Gracias a él se han propagado las lenguas, las grandes religiones, las ideas y, en general, todo el registro del paso del hombre por el mundo. Ha alcanzado un punto en el que, lejos de desaparecer, se queda para coexistir con las versiones digitales.

Referencias bibliográficas del capítulo 2

Aguirre, J. M. (2016). Comprender la sociedad red: comunicaciones y educación. Caracas: Centro Gumilla.

Domenech, L. (2013). Partes del libro [video en YouTube]. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=YG2tCIcONso 

Martínez de Sousa, J. (2004). Diccionario de bibliología y ciencias afines (3º ed.). Gijón: Trea.

García Jiménez, J. (2012). Tratado de producción editorial. El sector y su historia. Edición, derechos, fabricación y comercialización de productos editorales. Madrid: Visión Libros.

Hu, Y. y Yang X. (2011). Industria librera de China. Pekín: China Intercontinental Press.

Rico, F. (2004). «Nota al texto». En Cervantes, M. Don Quijote de la Mancha. Edición del IV Centenario. Madrid: Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española, Alfaguara.

Unesco (1985). Anexo 1: Recomendación revisada sobre la normalización internacional de las estadísticas relativas a la producción y distribución de libros, diarios y otras publicaciones periódicas. En Actas de la Conferencia General, 23ª reunión (Volumen 1). Sofía: Unesco.

Vallejo, I. (2021). El infinito en un junco (37ª Ed.). Madrid: Siruela.

Zavala Ruiz, R. (2012). El libro y sus orillas. México: Fondo de Cultura Económica.

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